Los chicos con entradas fueron golpeados y obligados a retroceder por la Avenida Juan B. Justo y luego rociados con agua a presión de color azul. Ante esto varios jóvenes impotentes ante la imposibilidad de acceder al estadio pese a haber comprado su entrada con hasta dos meses de anticipación comenzaron a arrojar botellas y piedras para detener el avance policial que marchaba con escopetas recortadas cargadas con balas de goma. Alrededor de 44 detenidos y por lo menos 30 heridos fue el resultado de la carga de la policía contra el público que pacientemente hacía la fila para ingresar al estadio. El joven Carballo de solo 17 años que se encontraba con su novia y un grupo de amigos quienes se tomaron de las manos para no desbandarse, se patinó y quedo separado del resto del grupo en la corrida y no fue hallado sino hasta el domingo a las 14 horas en las inmediaciones del estadio por un grupo de jóvenes que iba a realizar actividades deportivas. Trasladado a un Centro Asistencial se lo derivó al Centro Gallego donde se comprobó que presenta dos fracturas de cráneo y se encuentra en estado de coma.
Se presume que la policía lo golpeó con sus bastones dejándolo inconsciente.
En el bolsillo de su pantalón, manchado de azul por el carro hidrante de la Policía, se encontró intacta la entrada al recital.
"Cuando empiezan a reprimir, mi hijo y los amigos no podían respirar. Iban todos agarrados de la mano, pero se fueron soltando y lo perdieron cuando empezaron a correr. Recién a las 14 lo encontraron debajo de un puente a cinco cuadras del lugar", denunció Alicia Ortiz, madre de la víctima."Ahora estamos esperando un milagro", expresó conmocionada.
"Se me soltó de la mano y no lo ví más. Era una locura todo. Lo llevaron hasta ahí [debajo del puente]", agregó la novia de la víctima.
Según informó la directora del Centro Gallego, Mirta Saenz, el joven está "muy grave" y su pronóstico "es reservado". "Aún no ha podido ser operado porque primero hay que estabilizarlo. Intentamos luchar con el edema que tiene en el cerebro.", indicó la doctora.
El recital, que junto alrededor de 40.000 personas, fue la primera presentación luego de que la banda se separara hace nueve años y contó con la presencia del guitarrista Carlos "Negro" García López, quien actualmente participa en la gira de Charly Garcia.
Este incidente recuerda la muerte de Walter Bulacio en el recital de la banda platense Los Redonditos de Ricota, el 20 de abril de 1991 luego de que la policía lo detuvo arbitrariamente, lo golpeó y lo condujo junto a muchos otros jóvenes en un ómnibus a la comisaria 35 desde donde fue derivado al día siguiente al Hospital Pirovano donde falleció cinco días más tarde. El caso ha sido elevado a juicio oral que se realizará en 2010.
Mientras cualquiera puede juntar 20, 30 0 50 personas para tomar las calles o avenidas para reclamar la atención de las autoridades y no se los reprime aún a costa de paralizar el trásito de la ciudad, la juventud sigue siendo blanco fácil para la represión policial sobre todo si se embanderan para seguir a su banda de rock preferida. El público de rock ha sido históricamente reprimido y perseguido, primero acusándolos de ser extranjerizantes, luego simplemente llevar el pelo largo o estar vestido diferente era razón suficiente para conducir a los jóvenes a la comisaría bajo la difusa figura de averiguación de antecedentes o resistencia a la autoridad. Quizás el emblema contra la represión policial podría ser la historia de Tanguito, José Alberto Iglesias, uno de los fundadores de la movida de rock en Argentina, quien falleciera de forma no esclarecida al caer de una formación de tren que se dirigía a Caseros, su ciudad, luego de haber escapado del Instituto Neuropsiquiatrico Borda, donde era constantemente derivado tras ser detenido por la Policía Federal.
Mientras la Corte Suprema en un fallo histórico ha prácticamente liberado el consumo y cultivo privado de marihuana para consumo personal, la Policía Federal continua deteniendo jóvenes con cantidades irrisorias del cannabinoide y movilizando varios patrulleros y recursos para perseguir jóvenes y llenar los partes del día y las comisarias de gente inocente. Se asocia a rock y juventud con drogas y acto seguido se golpea y encarcela sin preguntar.
Viejas Locas, liderada por Cristián "Pity" Alvarez (voz y guitarra), Fachi (bajo), Abel Meyer (bateria) y Peluca Hernández (guitarra) es una banda que supo cosechar miles de seguidores mayoritariamente entre la "tribu" Rolinga,o sea cultores del estilo Rolling Stone (quienes en la primera época del rock argentino eran apodados "Firestones"); su música se destaca por estribillos pegadizos y letras directas y crudas, punteos cuidados y la voz gastada pero efectiva de Pity.
Ser joven y rockero sigue siendo muy riesgoso en Argentina.
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