“Yo no quiero guita. Yo quiero a mis amigos y a la gente”
La ceremonia de Sumo estaba en alza. Cada vez mejor música, cada vez más intensidad. Cada vez más gente para verlos. Hubo una seguidilla de shows en el teatro Astros que fue memorable. Al punto que ya existían los que decían:
-Sumo antes era buenísimo, cuando tocaban en el Zero o en Einstein, pero ahora los van a ver demasiada gente.
Sumo ya era popular. Pero, para sorpresa de todos y dolor de muchos, Luca se murió un día de diciembre de 1987. Un compañero de trabajo que escuchaba la radio me lo dijo, pero no le creí. Cuando llegué a Constitución y ví la tapa de Crónica quedé consternado. Fue la única vez que Luca salió en la tapa de Crónica. En realidad, fue la única vez que salió en la tapa de un diario, lo que indica con bastante claridad qué es lo se puede encontrar en la tapa de los diarios. No compré el diario.
Quienes vieron a Luca muerto dicen que estaba sonriente. También dicen que estaba azul. Justo él que cantaba tan lindo No te pongas azul.
Unos días antes, habíamos visto el último show de Sumo en el Club Los Andes. Todavía tengo grabada la cara de preocupación de María diciéndome: -Está hecho mierda. Luca estaba hecho mierda. La cabeza rara, como un chupetín bolita, sin gracia. Los hombros caídos... Estaba flaco... La energía de Luca no apareció nunca esa noche. Ni Camarón Bombay, ni Fuck you, ni Next week (nesquik), pudieron levantar los ánimos. Esa noche, en Lomas de Zamora, hizo frío. Y nada pudo calentar los corazones. Terminó siendo el último show de Sumo, con Luca en el escenario.
Por esos días, los periodistas Walter Rodríguez Salvi y Fernando Jasminoy le hicieron un extenso reportaje, que registra una versión de Luca bien de acá. La nota fue publicada por el diario Clarín-Suplemento Sí a los seis meses de la muerte del artista con el tìtulo La Última Confesión de Luca Prodan y publicada sin autorización en el libro “Luca”, Un ciego guiando a los ciegos, del ex rocker Carlos Polimeni.
Lo que sigue es una selección de Luca textual:
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“Yo no puedo detectar qué le gusta a la gente. A mí me gustaba por eso la época anterior, en donde yo después de tocar me iba a la barra y venía la gente, venía a hablar, pero no era adulación sino porque le interesaba hablar. Pero ahora me dicen:
-¡LUCAS! Me regalás la remera. ¿Qué pasa? Encima me dicen Lucas, yo me llamo Luca. En Obras, cuando tocaron Los Ramones, me quedé con los pantalones nomás, me sacaron los anteojos, la remera. ¡Hasta las ojotas! Me quedé ahí en Obras, en pantalones. Eso es muy idiota.”
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“Yo nunca fui a Brasil. Pienso ir este verano, de vacaciones. Lo que pasa es que cuando yo me voy de vacaciones siempre me voy a Córdoba, al retiro de las sierras, los ríos cristalinos, donde no hay nadie. Hasta podés ir en bolas si querés. Y podés estar en Brasil... aire puro. Vas a Brasil y te encontrás con todos los -soy loco soy, soy argentino pero estoy loco porque estoy en Brasil... estoy re loco, estoy en ojotas ¿viste? ¡Qué tipos que no los banco!”
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“Yo no entiendo a esa gente que dice: -Yo voy a ser psicoanalista. Y entonces va y estudia psicoanálisis, y después agarra a un pobre tipo que está re mal y le empieza a decir cosas. Y qué carajo sabe esa persona... “
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“Mis padres me mandaban a la iglesia y ellos no iban. Y entonces pensé: ¿Cuál es? Váyanse a la mierda. Yo tengo que ir ahí todos los domingos en vez de estar cazando lagartijas con mi honda.”
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(...) “No cobré mi guita en SADAIC y tengo como 60.000 australes. Y hoy tengo 130 australes porque ayer toqué. Ayer, antes de tocar, tenía 3 australes. Esa era toda mi guita en el mundo. Yo no quiero guita. Yo quiero a mis amigos y a la gente.”
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“Yo no le hago apología al alcoholismo porque es horrible. Yo voy a dejar de tomar. Dentro de poco voy a retirar algo de mi guita de SADAIC y me voy a meter en un lugar, qué se yo, en Formosa. Internarme en un lugar en Formosa, la provincia desconocida. ¿Vos fuiste a Formosa? ¿Y vos? Nadie. No conozco una sola persona que me haya dicho: -Fui a Formosa. Yo amo Formosa. Nunca fui y quiero ir.”
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Luca no fue a Brasil a pasar las vacaciones. Pero eso sí, dejó de tomar. Quizás se fue a la provincia desconocida. Es una lástima.
La mamá de Luca dijo que los ocho años que su hijo había vivido en la Argentina fueron de regalo. Gracias Luca.
Por Variya
LUCA PRODAN, el Porteño (Nota publicada en La Tecla Ñ) www.icarodigital.com.ar/numero13/ajoylimones/portenio/portenio.htm